viernes, 27 de diciembre de 2013

EL ARTE A TRAVÉS DE LA PIZARA DIGITAL: UNA NUEVA MIRADA (Por Alba Marina Varela Llongarriu)

Comienzo mi reflexión contando que este ha sido el trabajo con el que más he disfrutado a lo largo de toda trayectoria académica. Reconozco que al principio cuando Sergio lo planteó, me asusté mucho (para variar) porque me pareció realmente complicado de llevar a la práctica y además me imaginé que tendríamos que dedicarle mucho tiempo.

Todo comenzó por la elección del tema. Lógicamente yo quería hacerlo sobre arte porque es algo que domino y además pensé que nos permitía hacer algo original que podría sorprender a nuestros compañeros. En este momento hubo algunas discrepancias porque no todas queríamos hacer lo mismo, yo tenía claro que lo quería hacer sobre arte e incluso las propuse hacerlo sola pero al final, las argumenté los motivos de mi elección y logré convencerlas. En seguida nos pusimos manos a la obra con mucha ilusión.

La idea original fue hacer una guía por el Museo del Louvre, introduciéndonos en diferentes salas para hacer actividades sobre diferentes obras representativas como La Venus de Milo o La Gioconda. Comenzamos a trabajar en esta idea, buscamos información e imágenes pero a mi la idea no me convencía del todo. Me encantaba la idea de hacer una guía por el Louvre a través de la pizarra digital pero los objetivos a perseguir con la didáctica no me parecían suficientemente válidos.


 
Entonces comencé a trabajar a la inversa, me puse a pensar en los objetivos que queríamos conseguir y no se trataba para nada de enseñar obras de arte, lo que quería realmente era conseguir despertar un interés en el arte en ocasiones perdido. Desgraciadamente tengo que escuchar a personas que hablan del arte como algo aburrido, un sin fin de fechas, autores y obras que memorizar, un "tostón" vamos y alguien como yo, que no entiende la vida sin arte, no puede consentir este tipo de comentarios.

Ahí es donde entra en juego el papel de la enseñanza, yo creo que no existen personas que no les guste el arte, sino personas que han tenido una formación nefasta en esta materia. Existen dos tipos de profesores, los que se limitan a transmitir información, meros transportadores de conocimientos sin criterio y los que disfrutan lo que hacen, se implican, motivan y consiguen que el proceso de enseñanza-aprendizaje se conviertan en una experiencia totalmente enriquecedora tanto para el profesor como para el alumno. El arte es un regalo para las emociones y explicado desde la perspectiva adecuada, no existen otras formas de apreciarlo. Ese era mi propósito, lo que quería era justo eso, poder transmitir conocimientos sobre arte pero de una manera totalmente distinta para lo que la pizarra digital me parecía el vehículo perfecto.

Entonces comencé a pensar en la forma de hacerlo y me gustó la idea de centrar la didáctica en un artista. Pero no me serví cualquier artista, el elegido tenía que cumplir una serie de requisitos que despertasen el interés de nuestros compañeros. Soy consciente de que no a todo el mundo le interesa el arte y que muchos de ellos ni siquiera lo habrán dado en el instituto. Intenté recordar algún artista que a mí me llamara especialmente mi atención. Entonces vino a mi cabeza Velázquez.




Nunca me gustado la pintura barroca española, y este pintor no era especialmente de mi agrado. En la carrera tuve la oportunidad de elegir una optativa sobre Velázquez y la escuela madrileña y entonces mi opinión cambió radicalmente. Lo que para mí era un simple retratista de la corte al servicio de la realiza, resultó ser un artista apasionante que no sólo pintaba con el ojo sino con la inteligencia. Descubrí que sus pinturas esconden cantidad de enigmas dando lugar a todo tipo de interpretaciones. Sin duda, era el artista elegido. Ahora tengo que decírselo a mis compis para cambiar el tema y comenzar de cero, ¿estarán dispuestas? ¿me odiarán?...

Y es entonces cuando me reafirmo en la idea que tengo sobre mis chicas, tengo las mejores compañeras del mundo. Se lo explico y sin más preguntas me dicen que adelante, que si yo considero que puede quedar bien, pues adelante que confían en mi. Son maravillosas. Entonces me enfrentaba ante diferentes retos. Por un lado, que comprendiesen bien los objetivos a perseguir y la importancia de hacer una buena presentación. Por otro, su compromiso ya que para ellas también significaba un esfuerzo grande convertirse en expertas sobre Velázquez en sólo dos semanas. No las ha asustado el reto, están dispuestas a convertirse en las mejores historiadoras y con esfuerzo e ilusión lo conseguiremos, formamos un gran equipo. El tema consiguió cautivarlas desde el principio y comenzaron a surgir las primeras ideas.

Para lo que queríamos hacer, no necesitábamos utilizar las actividades del Smart Notebook pero decidimos utilizar alguna de ellas como pretexto para explicar las obras del pintor. Utilizamos la actividad de clasificación por vórtices y una de encontrar las parejas escondidas. En la presentación podríamos haber prescindido de ellas pero pensamos que podrían ser divertidas para que la gente participase.

 
 
 
Al principio nos costó bastante hacernos con el programa ya que lo habíamos visto en clase pero en la práctica era más difícil. Queríamos hacer cosas que el programa no reflejaba y terminamos dándonos cuenta de las limitaciones que ofrecía. Gracias a Lydia todo es más sencillo porque rápidamente tiene ideas y se le ocurren todo tipo de soluciones ante cualquier problema. Es un placer trabajar con ella, es la más TIC del grupo.

Como nuestra presentación era bastante larga Sergio nos propuso hacerla el día que venían a visitarnos los chicos de Campus. Como había demasiadas personas, decidió dividirnos en dos grupos y realizar la presentación dos veces. Estábamos bastantes nerviosas porque le habíamos dedicado mucho tiempo a este trabajo y queríamos que todo saliese perfecto. Además contábamos con que había demasiada gente y no sabíamos si todos estarían dispuestos a participar o no. Todo salió perfecto, la primera mucho mejor porque nos dio tiempo a hacerla entera y nuestros compañeros disfrutaron mucho. Yo estaba muy contenta porque veía que todo el esfuerzo realizado había dado sus frutos. En la segunda sólo contamos con 10 minutos por lo que no dio tiempo a casi nada, pero igualmente pudimos mostrar algo sobre nuestro trabajo y también se mostraron muy interesados.

El punto fuerte de la presentación fue la explicación de dos de las obras más enigmáticas de Velázquez: Las Hilanderas y Las Meninas. La pizarra digital nos permitió sacar el máximo partido a lo que queríamos explicar. Utilizando el rotulador mágico pudimos ampliar determinadas zonas y aclarar algunas otras para resaltar ciertos detalles de la oscuridad del fondo. Esto nos permitió ir mostrando en detalle dos lienzos cargados de enigmas e interpretaciones. Creo que sorprendió bastante el audio que utilizamos para explicar la Fábula de Aracne narrado por las propias protagonistas de las Hilanderas.
 
 
 
 
En las Meninas fue muy divertido el juego de colocar los personajes en el orden correcto y además la gente se sorprendió mucho al comprobar la cantidad de cosas que pueden esconderse tras una pintura aparentemente tan anecdótica.
 

 
 
Objetivo cumplido: HEMOS GENERADO INTERÉS POR EL ARTE.

La parte fuerte de la presentación creo que ha sido el final donde a través de la frase encontrada "A cada tiempo su arte, a cada arte su libertad" hemos podido explicar nuestra conclusión. Es una frase que resume el significado del arte, el arquitecto Olbrich la puso como decoración de la fachada principal del Pabellón de exposiciones de la Secesión Vienesa. Lo que indica es que todo arte es hijo de su tiempo y expresa los valores de una determinada cultura pero, a su vez, todo arte es libre, discutible y subjetivo. Queríamos sobre todo hacer ver a nuestros compañeros que no es necesario entender de arte para disfrutarlo, que simplemente es necesario ponerse frente a una obra y dejar que nos hable, y cualquier mensaje que nos transmita será válido. Decidimos introducir nuestra imagen en la presentación para finalizar sintiéndonos un poco Velázquez para expresar que cada una de nosotras tiene una mirada propia del arte, y siempre hay una nueva mirada que aportar.

 
 
Este trabajo ha supuesto para mí todo un reto personal, aunque ha sido un esfuerzo grande de documentación puedo asegurar que lo he disfrutado desde el primer momento. He recordado lo mucho que amo el arte y que puedo hacer disfrutar a la gente con algo que para mi, ES MI VIDA. Si hemos conseguido generar interés por el arte, para mí el objetivo está más que cumplido.

Nunca imaginé que las tecnologías pudiesen servir de tanta utilidad en el ámbito educativo. La pizarra digital ha sido el soporte perfecto para nuestra presentación porque nos ha permitido explicar el arte de una forma distinta y original y era justo el objetivo principal que perseguíamos: ofrecer una nueva mirada del arte, ir más allá de lo superficial y sumergirnos en las profundidades de un mundo apasionante. Una obra puede mostrarnos cantidad de enigmas, en ocasiones, indescifrables porque el mismo artista no quiso desvelarlos. Lo que está claro es que toda obra de arte busca establecer un diálogo con un espectador que se convierte en el protagonista principal de la acción y para ello lo único que se necesita es predisposición e interés por saber lo que tiene que contarnos.


La pregunta es:

¿ESTAMOS DISPUESTOS A ESCUCHAR O PREFERIMOS IGNORAR AL ARTE?


Yo os invito a escuchar y a descubrir las perplejidades del arte, no os defraudará.


Gracias Sergio por esta oportunidad de aprender, evolucionar, crecer y disfrutar de lo que hago. Este es sólo el comienzo de un camino que emprendo en el que arte y educación serán inseparables.




ALBA MARINA VARELA LLONGARRIU




 

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